Hola a todos los que fielmente nos han venido siguiendo en todos estos artículos que hemos compartido sobre nuestra experiencia en mi embarazo.
Este post que les traemos será compartido desde la experiencia que mi esposo vivió en la clínica y de igual forma lo que yo viví desde adentro. Qué les puedo decir, no ha sido uno de mis mejores momentos pero todo esto vale la pena, pues ya viene lo que tanto he estado esperando mi bebé.
La llegada a la clínica vivida desde la experiencia de mi esposo:
Después de saber que mi esposa tenía ese sangrado vaginal, lo más lógico es ir a urgencias para que nos confirmarán que podía ser. Jamás pensé que una urgencia podría tardar horas, pues habían mujeres embarazadas también con algunos dolores, peores que el de mi mujer y eso se hizo tedioso.
Entramos a las 2:00 pm y eran alrededor de las 5:00 pm y nada que mi esposa había sido atendida.
Pueden creer que apenas estaban atendiendo a las mujeres que llegaron a eso de las 12:00 pm, que esperadera tan barbará, yo no sabía qué hacer. Las poses que mi mujer hacia del dolor de espalda que tenia, hasta que ella tomó la decisión de entrar y que la atendieran, yo afuera esperando a ver qué pasaba.
Me dieron las siete de la noche y nada que aparecía. Me dio por ir a buscarla y se encontraba en la sala de monitoreo hablando con todas las mujeres embarazadas.
Pueden creer yo con esa angustia y ella bien contenta con todas. No podía de la rabia que tenia, pero luego me tocó darme a la pena y reír, esperar a que le hicieran su monitoreo.
Luego resulta que estaba en tres de dilatación y la dejaron internada. Me tocó correr para traer la pañalera, tanto las cosas de ella como las de mi bebe.
Eso fue el jueves 19 de Noviembre. Pasé toda la noche en el hospital esperando noticias de ella.
El viernes 20 de Noviembre a eso de las ocho de la mañana me llamaron para verla, solo podía entrarle liquido, nada de comida.
A partir de ese momento solo podría verla cinco minutos cada tres horas. Es una etapa agónica y larga. No llevaba nada con que entretenerme, solo veía llegar mujeres embarazadas y ver bebés recién nacidos.
A eso de las dos de la tarde ella ya había subido a seis de dilatación. La enfermera jefe me decía «en cualquier momento serás papá, véala por última vez que ya no podrás verla hasta que nazca el bebé».
Fueron horas de espera para que me dieran noticias de mi esposa y mi bebé. Cada vez que salían con un bebé pensaba que me llamarían, pero nada.
Llegó la noche y yo seguía con angustias, recibiendo llamadas de mi tía, de mi madre y de mi hermana en España.
Ya acumulaba un día y medio en la clínica y a eso de las ocho y media de la noche, me llamaron pues algo le había pasado a mi esposa. No me dijeron nada solo que siguiera hasta el cubículo donde ella estaba. Preocupado la busqué, estaba muy nervioso hasta que la vi y me lleve una gran sorpresa.
Como viví todo desde mi punto de vista
Cuando llegamos a la clínica habían más mujeres con complicaciones peores que la mía. Sólo debíamos tener paciencia, aunque uno tiene límites, no aguanté mucho y me tocó entrar a que me atendieran.
La doctora me envía a monitoreo para ver mi estado actual, sin saber cómo se encontraba mi esposo en la sala de espera, yo estaba con las demás embarazadas haciendo vida social.
Entiendo la reacción de mi esposo, pero si me iba del sitio, llegaba otra y me lo ocupaba. Entonces ni modo, él fue el que más sufrió en ese momento.
Me hicieron mi monitoreo y estaba feliz escuchando como mi bebé se movía. La doctora me hizo tacto y luego vio los resultados y me dejó internada pues ya estaba en proceso de parto.
Me dieron una batola larga, tenía que ponérmela y estar completamente desnuda. Solo podía ver a mi esposo por momentos, además que el celular tampoco lo podía tener para estar hablando con él.
Esa noche no fue de las mejores que he vivido, ya que solo escuchaba como otras mujeres daban a luz, y se quejaban algunas de los dolores, pero como si fuera poco cada tres horas un practicante nuevo pasaba haciendo tacto para ver mi evolución.
En la mañana del viernes 20 de noviembre mi esposo me llevó un jugo, ya que no podía comer nada en absoluto. A él se le notaba cansado pues imagino durmió en las sillas. Yo tenía mi camita, me dio cosa verlo así, pero jamás me dejó sola, aunque fuera por cinco minutos que lo pudiera ver, me daba ánimos aunque sé que estaba triste por dentro al verme llevar el proceso sin su compañía.
A eso de las dos de la tarde ya había subido a seis de dilatación. La entrada de mi esposo la habían restringido pues en cualquier momento podría dar a luz.
Seguí con la misma dilatación hasta las seis de la tarde que me pusieron oxitocina, se supone que es para adelantar el proceso y nada que tenia contracciones. El médico de turno decidió inducirme el parto, eso quiere decir que me hicieron romper fuente.
Desde las siete y treinta de la noche empecé a sentir un dolor tan fuerte, y yo ya quería dar a luz, pero el médico me decía que aún me faltaba. Yo no aguantaba más, a eso de las ocho y veinte sentía que ya se quería venir. El practicante me vio y veía ya la cabeza de mi bebé. Me bajaron de la camilla, me montaron en silla de ruedas y para la sala de parto, con dos pujones tuve.
Ya con mi bebé en mi pecho fue tanta la alegría que tenía que el dolor se me había pasado. Me llevaron otra vez a la camilla donde me encontraba antes y al momento apareció mi esposo.
Su cara fue de asombro ya había nacido nuestra bebe, Emily la mayor bendición que nos pudo regalar la vida.
El jueves nos leemos nuevamente con el post “El Nacimiento de mi Bebé – Emily” y te contaré más detalladamente todo lo que paso.
19 respuestas a «SALA DE ESPERA Y PARTO»
Las urgencias es lo que tienen, para bien o para mal, que si hay alguien con mayores complicaciones, te dejan para el final. Por otro lado, entiendo que el papá estuviera nervioso sin noticias ni de la mamá ni de la bebé aunque al final todo salió bien 🙂
Te aseguro que a cada etapa de esta aventura que leo me transmitís tantas emociones los 2 que parece que lo he vivido con vosotros, me parece tan bonito…Si algún día me toca a mi seguro que no pienso lo mismo jajaja
Bss.
A mi marido le pasó algo parecido.
Me caí de una banqueta estando de unos 6-7 meses de embarazo. Me llevaron al hospital y me tuvieron conectada para monitorizar.
Las enfermeras se olvidaron de mi y estaban en su sala de chachara y yo allí enganchada sin poder moverme durante horas…
Mi marido fuera que no le dejaban entrar desesperado pensando que habíamos perdido al bebe o algo parecido y nadie le salió a decir nada…
Después de varias horas ya me hicieron caso y les dije que salieran a avisarle, porque yo y mi niña estabamos bien, ¡El que estaba fatal era el al que nadie le había dicho nada!
Que experiencia!! Entiendo la rabia de tu marido, seguro que a mí me hubiese pasado igual. Y desde luego, una vez que tenemos a nuestro bebe encima se nos olvida todo lo que hemos sufrido. Felicidades por esta etapa nueva en tu vida. ♥♥
Felicidades!!! Acabo de enterarme, a pesar del parto un poco movido veo que todo ha salido bien. Enhorabuena a ambos!!!
Dioss! debe de ser un momento inolvidale y muy largo, con mucho nervio me imagino y con ganas de que llegue ya pero a la vez de felicidad!!! Pero la espera vale la pena!! Un saludo!!
Que buena! Yo tuve la suerte de que mi esposo me acompañó durante todo el proceso. A mi se me rompió la bolsa y tuvimos que partir rapidito al hospital. Aunque yo quería parto natural, tuvieron que hacerme cesarea^^
Yo ya pasé por esta experiencia , en mayo hará 27 años, y os puedo asegurar que no se olv ida nunca, por lo que recomiendo vivirla con toda la intensidad.
Primero que todo, felicidades a ambos!
Y uff, yo no sé porque todos los partos han de ser una historia que te quedas con la boca abierta. Toditas las historias que yo he escuchado son increibles, es sin duda una experiencia única para cada quien.
Fueron dos días demasiado agitados pero valio la pena la espera… ademas que mi mayor regalo lo tuve luego en mis brazos mi hija, mi mayor bendición.
Yo viví algo parecido pero afortunadamente hoy los padres pueden acompañar a las madres en casí todo el proceso, este cambio era necesario.
A mi cuñada la tuvieron por lo menos 4 días, antes de que se decidieran a provocarle el parto ya que no dilataba lo suficiente, y hacía días que había salido de cuentas. Enhorabuena, ahora a disfrutar del bebe. Seguro valió la pena tanta espera.
Waooooo, que paciencia la de ambos, los hospitales a mi me desesperan.
Que bueno que todo salio bien.
Y felicidades por tu bebé.
Ya espero la segunda parte.
Saludos.
¡Hola!
Si en un futuro, decido tener hijos… Espero y QUIERO que dejen entrar a mi pareja dentro conmigo… No me gustaría para nada dejarlo solito en la sala de espera y yo ahí dentro con un montón de médicos mirándome y yo apretando… Necesitaría su presencia sin duda.
Si yo estuviera en la sala de espera, estaría histérica esperando a ver a mi hijo y mi mujer.
Esta bien saber lo que sufre el hombre en la sala de espera, siempre hay entradas que cuentan la experiencia de la mujer y nunca la «eterna» espera del padre jajaja
Besos!
Me parece un poco fuerte lo que vivieron por separado, muy triste no poder estar juntos disfrutando cada grito, dolor y en fin, cada segundo de esta tan esperada llegada. Es una pena que aún se siga viendo este momento de esta manera y que no se permita en la seguridad social disfrutar de la compañía del esposo cuando se está pasando por esto. Esperemos que esto cambie porque la verdad, me parece súper inhumano este tratamiento 🙁
Hola!
Ser padres primerizos es toda una aventura, primero el darte cuenta que están embarazados si así es es la pareja que tiene que vivir la aventura por ambas partes, la verdad se vuelve aventura porque no sabes que sucederá solo sabes que va a suceder pero la reacción que cada persona vive es muy distinta aun en pareja, es bonito recordar y al hacerlo sientes esa sensación de vivirlo una vez mas mientras lo platicas, lo escribes o simplemente lo piensas. Es verdad que es todo un alboroto de nervios, emociones y pensamientos pero al final el ver a tu bebe una vez cambia la historia que tenias pensada, porque ahora ya son tres los que compartirán la nueva aventura que se llama familia, felicidades desde el principio y cambios radicales físicamente para ambos. Así que vivir la emoción de ser padres primerizos sin duda es toda una aventura para contar por generaciones.
Saludos!
Me tocó por los laditos vivir esta experiencia, pues con la llamadera de mi hijo, era como si estuviera allá, y lo mejor era no estar pues con la poca paciencia que me gasto, no creo que hubiera servido de mucha ayuda.
De todos los procesos de la vida, el más maravilloso es dar a luz y tal como lo dices en la entrada, al ver a tu hijo, se olvidan todos los dolores. Me has hecho recordar esa etapa, tuve suerte, mi marido si pudo estar conmigo todo el tiempo.
¡Hola, hola! En España, a los papás que quieren entrar con sus parejas les dejan hacerlo con la ropa y el uniforme adecuado, claro. Lo digo porque mi hermano, estuvo con mi cuñada desde que entró en el paritorio hasta que nacieron mis sobrinos. Entiendo la angustia que el padre debía estar pasando. Pero supongo que al ver al bebé y a su mujer, se le pasaron todos los males. ¡Un beso! 🙂